El proceso de comprar casa no es sencillo. La reglamentación y reglas que le aplican lo hacen complicado, por lo que es normal que tengas dudas de por dónde empezar. Estos consejos te ayudarán:
Hay que cumplir con unos requisitos si es que vas a comprar con un préstamo hipotecario. El primer paso es tener una pre-calificación que te indicará si estás listo para comprar, y de cuánto debe ser tu compra.
Si tienes buen crédito, ganas bien y tienes pocas deudas, podrías calificar para un préstamo alto. No entiendas eso como que debes comprar una casa costosa. Si tienes planes de ampliar tu familia, te gusta viajar y quieres tener estabilidad financiera y buen ahorro, no puedes estar al límite en tus deudas y eso incluye la hipoteca de tu casa.
No compres casa por impulso. Los vendedores tratarán de vender su casa rápidamente, pero no debes dejarte presionar. Es cierto que si no tomas la decisión a tiempo podrías perder una oportunidad, pero mejor correr ese riesgo que hacer una oferta por una casa que no te convence.
Ese es el momento de aclarar dudas, una vez firmado por todas las partes, el contrato de opción se considera válido y se espera que el negocio se concrete como lo establece el contrato. Si quieres saber qué pasaría con tu depósito si la compra no se hace, el contrato lo dice, pero tienes que leerlo.
No hay que ser un abogado para entender los aspectos básicos del contrato ni un agente de bienes raíces, pero cuando hay dudas, estos son los profesionales que te ayudarán. Todo contrato a simple vista debe decir fechas de inicio y terminación, cantidad de dinero como depósito, descripción de la propiedad y penalidades.
El financiamiento total, es decir del 100 por ciento de la propiedad, es casi inexistente hoy día. Aunque lo encontraras, (en algunas casas nuevas los hay y en otros programas especiales), siempre tendrás algún gasto. Si tienes en planes comprar, ahorra.
La lista de los beneficios de ser dueño de tu casa podría ser interminable, pero no te olvides de las obligaciones que tienes al ser propietario. Entre ellas reparaciones y mantenimiento, en muchos casos impostergables.
Impuestos, que varían de acuerdo al lugar y tipo de residencia, y mantenimiento son algunos de ellos. Verifica si hay una o dos asociaciones de residentes. Esto último sucede en algunas comunidades e implica pagar dos cuotas de mantenimiento.
En muchos lugares, incluyendo Estados Unidos, hay reglas bastante estrictas en las comunidades. Es importante que no solamente te guste la casa que comprarás, sino el estilo de vida que te ofrece la comunidad. Pero cuidado, con ellas pueden venir muchas restricciones. Investiga primero.
A los hispanos nos encanta comentar y compartir nuestras metas, logros y pesares. Y eso es bueno, pero tú debes saber qué quieres en una casa propia. Es bueno pedir consejos, pero la decisión final debe ser tuya. Llevar familiares y amigos que no viven contigo a buscar casa, podría confundirte más. Todo el mundo tendrá una opinión distinta.
Fuente: https://www.aboutespanol.com/